La afición valencianista se quedaba por segundo año consecutivo a las puertas de un título, pero sintiendo con este subcampeonato que el Valencia campeón estaba cada vez más cerca. En la penúltima jornada en Mestalla se logró vencer 1-0 al Espanyol con el último gol como valencianista de Arroyo tras once temporadas, y esta victoria daba la posibilidad de ser campeones en la última jornada.