En abril de 2016, y en medio de una campaña mediocre en la Serie A (Lazio finalizaría octavo en el torneo), Stefano Pioli abandona el cargo de DT, tras perder el clásico ante la Roma por un humillante 4-1. En su lugar, llega el entrenador de las divisiones inferiores del plantel -y exjugador del equipo-, Simone Inzaghi. El partido terminó igualado 1-1 en los primeros 90 minutos; en el tiempo suplementario, pese a que ambos tuvieron posibilidades de ganar, la suerte favoreció al conjunto de Turín quien por medio de su goleador, Alessandro Matri, ganó el encuentro 2-1, dejando a Lazio con las manos vacías.