En la penúltima jornada, el fatídico 12 de abril de 1986, el Valencia necesitaba ganar en el Camp Nou pero esta vez no hubo gol milagroso de Tendillo como en 1983 y el equipo cayó derrotado 3-0. La única opción que quedaba era que al día siguiente, 13 de abril, el Cádiz perdiese en el Ramón de Carranza contra un Betis sin ninguna aspiración más allá de la de quedar por delante de su eterno enemigo (el Sevilla), pero un punto era suficiente para que los gaditanos se salvaran y por tanto empataron 0-0 contra los béticos en un partido sobre el que siempre planeó la sospecha del amaño, enviando así al Valencia al pozo de la Segunda División, categoría que el club no jugaba desde 1931. Ya confirmado el descenso, Vicente Tormo presenta su dimisión en abril y Pedro Cortés toma la presidencia en funciones hasta las elecciones en junio.